Como sabrás, (hablo en singular, puesto que sé que no se cuentan por miles los lectores de este blog), a mí me fascina la parte de la conducta humana que no se rige por la voluntad, eso que llamamos el instinto.
Y dentro de éste, como sabemos, el más poderoso es el de supervivencia. Seguramente son pocos los animales que son capaces de desobedecerlo. Los humanos somos uno de ellos.