la cosa está malamente

la cosa está malamente

13 octubre 2018

Una injusticia sobre otra


Hola equipo. Quería compartir con ustedes una cosa que me dejó algo inquieto.

Hoy me estoy acordando de un trozo de documental que vi el otro día, era sobre un campo de concentración nazi, y en especial de los prisioneros que tenían alguna ventaja por colaborar en las labores de control del campo, de deshacerse de los cuerpos de los asesinados y cosas así. Con testimonios de algunos implicados, etc.

Bueno, pues resulta que un viejillo, que estaba allí, empieza a contar algunos hechos, y relata que en un momento dado, Himmler decide que no hay que liquidar a la gente de ese lugar, (como que era un desperdicio de mano de obra), y que tienen que trabajar en nosequé fábricas de Austria, (como esclavos, claro).

Pues el caso, es que tras una dura caminata, los meten en un tren hacinados y empiezan su recorrido. El viejo, cuenta que estaba sentado en un repleto vagón de carga, y que otro prisionero que no tenía más remedio que estar de pié, y que al parecer era alemán, le pidió que le dejara sentarse un rato.

El viejillo (que entonces era joven, obviamente), le cede el puesto un rato, tras el cual, le pide que le devuelva el asiento, y el otro prisionero se niega. Acto seguido, el protagonista se enfada y se sienta encima del “usurpador”, y pide a varios de sus amigos que hagan lo mismo, y se amontonan sobre el “intruso”, hasta que éste muere de asfixia, y lo tiran fuera del tren.

La periodista que entrevista al viejillo en ese momento dice horrorizada, "¡eso es un homicidio!".

El viejillo, se enfada visiblemente y dice: “!Y qué, era mi sitio¡, además era alemán, o eso dijo, ¿porqué tenía que vivir?”. Y zanjó el tema airado.

Puedo entender la reacción del protagonista en ese momento del tiempo y circunstancias (la 2ª Guerra mundial, en un campo de concentración). En una situación tan extrema, como debió ser esa, hace que vayamos al puro instinto de supervivencia. Lo de estar sentado o no durante horas, quizá fuera la diferencia entre vivir o morir, y puedo entender que ni siquiera contemplaran, ni uno ni el otro, compartir el asiento. En definitiva que no tengo que reprocharle nada al viejito por lo que hiciera en esos primeros años cuarenta.

Pero lo que me sorprende, es que tanto tiempo después, el viejillo no sepa contextualizar sus actos, y que en el relato los justificara tal ligeramente, con que el asesinado era alemán (y otro prisionero más, igual de desgraciado que él, añadiría yo), y que merecía morir.

La reacción que yo esperaría de alguien normal, es que contara lo que hizo, y acto seguido, hiciera, aunque sea, algún ademán de mostrar lástima por el fenecido, de reconocimiento de lo terrible del hecho, para inmediatamente, autoindultarse por las circunstancias en que se produjeron. No sería justo intentar que cargara con un sentimiento de culpa para los restos.

Insisto, al viejito, no lo considero culpable de nada de lo que hizo en aquella época en esas circunstancias, pero me chocó que después de tanto tiempo, no hubiera desarrollado nada de empatía o conmiseración para con el desgraciado que acabó en la cuneta de alguna vía centro-europea.

Eso me hizo pensar varias posibilidades. Este anciano, era una persona normal al que las traumáticas vivencias del momento embrutecieron, y borró para siempre su capacidad de sentir compasión, y el sentido de lo bueno y malo, o simplemente, era un hijo de puta.

Eso me fascina, quizá entró siendo un tipo normal y salió como un hijoputa, o posiblemente entró y salió siendo un Hijo de Puta.

Ser víctima de una atrocidad, de una injusticia, sólo significa eso mismo. No significa ser bueno. Nadie se merece vivir un horror así, por su puesto, pero haber sido martirizado, no te convierte en una buena persona.

Por absurdo que parezca, en ese momento pensé que porqué fueron asesinadas buenas y malas personas, y sobrevivieron buenas y malas personas. Por eso pienso que sería una injusticia sobre otra. Debieron salvarse todos, pero de no ser así, al menos, las buenas.

Pero no. La suerte no discrimina entre buenos y malos.








No hay comentarios:

Publicar un comentario

Agradecería mucho que hicieras comentarios con toda libertad. Me encantaría aprender de otros puntos de vista.